martes, 10 de junio de 2008

Cuatro minutos de monólogo del Buen Vagabundo

La humanidad jede en risas falsas y potentes perfumes quimicos, colores brillantes insoportables. cueros, pomposidad, rubor, plamas, gritos saturados, canciones pop vacias de emoción y de cualquier contenido pensante. El amor rápido hacia cualquier cosa es la excusa pegajosa, grasosa que decoraesas mismas sonrizas falsas e instantaneas.Me es dificil encontrar algo que me llegue. Algo verdadero entre tanta verduleria de situaciones degente pedante de Ego y variedad de superficies de iguales contenidos quirúrjicos.La cara de la gente que sonrie por todo es la nueva version de la inyección de tetas de los años ochenta.La gente ya no se pone solo tetas, se ponen culos exponenciales, cadavéricas caderas y sobre todo caras y caretas.La diversion esta fácil saliendo a cualquier lado a lucir las excentricidades preparadas para la ocasión.Las drogas ricas taradean todo y el mundo en la vereda de enfrente contagia e inunda con mal olor mi ventana cerrada.Me escondo como el gusano de la seda por miedo a cortarme.Me asusta. Me asusta tanta pavada.Me horroriza lo que hacen algunos por verse injertos.Todo se transforma en un paisaje Bonsai.El refugio ideal se me presenta como la acción de agarrar, juntar toda la mierda material (conservar la ropa del dia, las botas, algo con 16,32 o 128 bits, alguna mascota) embolsarla y lanzarla a la vereda de enfrente.Estallen en mil formas.Quedense desnudos.Sufran sus propias medicinas.No los odio, no me da el rato.

Péndo

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