jueves, 23 de octubre de 2008

Del Capitulo "Sabrina y Victoria y la otras"

En 1995 estaba en una montaña. Supongo que era 1995 o 1992 o alguna fecha en esa onda.
En esos años. En una montaña. Con una campera de azul y unas gafas negras que tenian un marco
verde espantoso pero se sentian fantásticas.
A mi lado estaba Sabrina, una de esas lindas amigas de los primeros años de tu vida.
Llevaba una cortas calsas de lycra negras quemantes.
Que hermosa Sabrina.
Nos sacamos muchas, muchisimas fotos en muchas cámaras diferentes y yo solo retengo una en un cajón en mi cuarto, quizás la única foto, malsacada, producto de una instantánea casi de juguete que
me regalo mi abuela para la ocasión.
En el viaje pude ver un un agujero gigante hundiéndose en unos famosos rios rápidos de la zona, una gigante manta de aguas
espumosondulantes y marrones y con una colina verde que hacian de perfecto decorado. Verde.
Realmente verde.
Ya sabés, esas buenas colinas de los documentales de aves, o de las películas de Cocteau.

En esos días el aire estaba húmedo y limpio y nos llegaban las gotas del dique que golpeaban
nuestros caras.
Caminamos un rato por un empedrado donde pasaban los turistas ricos que miraban las tienditas de gitanos que querian venderte
todos sus amuletos y pañuelos de colores y esas cosas.
Una buena tarde.
No era romántico.
Eran simplemente buenos ratos.

Seguimos caminando hasta que me aleje a un costado porque recuerdo haber visto lo que parecia la entrada de una mísera cueva
que, por supuesto, llamo enseguida mi atención.
Osea, entiendes, aún entonces con tan pocos años yo sentia esa presión por hacer de las mias, tratando de sobresalir de entre mis
compañeros y verme bien con las chicas.
Por que las chicas, aun siendo...chicas, son chicas.
Y son impresionables y sonrien.
Y que mejor que ver una chica cuando sonrie por algo interezante que tu estás haciendo.
Ese es el vuelo, creo, la chispa, la idea, al menos de a ratos.

Me sumergi en el agujero oscuro esperando encontrar algo fántastico, perdido, de otro mundo y queria salir como un héroe de la pantalla
lastimado tras un derrumbe o matando muerciélagos...algo de eso.
Tenia la competencia de un chico llamado Juan Pablo, un tipo bien parecido y con grandes ojos azules, que siempre llamo la atención de todos.
y bueno, tienes que competir con ello.
Matar muerciélagos o lagartos o lo que fuera era una buena idea.

Un pequeño cachorro, negro, peludo con mucha hambre y la lengua sedienta fue el premio de mi aventura.
Habia un cachorro entiendes? Un cachorro pequeño y adorable en esa cueva oscura y yo me hice cargo del asunto.
El animal ni siquiera emitia sonido alguno y creo que eso causo la sensación de las niñas más sensibles, que fueron siempre las que más me interezaron, las que se detenian a mirar
con la boca cerrada, las que primero soñaban como yo soñaba, y las que luego, si, hablaban del mundo y de sus ideas y podias reir con ellas.
Ame a muchas de ellas.
A una le cuide sus alpargatas verdes, muy verdes y pequeñas mientras se tomaba una siesta en la falda de una profesora que tenia una gran boca y mucha carne.
A otra le regale una piedra que habia encontrado por ahi, jurándole que se trataba de un mineral extraño salido de uno de los bosques de la zona donde pude meterme
por alguna hora cuando nos detuvimos para almorzar en un viejo parador que llevaba el nombre de un ave rapáz.
Ese tipo de cosas.
Eso si era romántico.
Simplemente buenos ratos...
Ya sabés, pasas a ser el centro de la atención por algun momento, pero sabés que no va a durar.
No va a durar por siempre.

Si me preguntas eso?, supongo que tienes que encontrar la manera.

Cuando tienes tan pocos años encaras esos caminos que no tienen vuelta.

Estás ahi arriba en la montaña por un momento y ves como corre el río y las cosas que lleva a su lomo,
y tambien, a todos lados el bosque, el viento, el aire limpio.
Ya después no puedes dejarlo. Y creces y crées en esa experiencia y lo encuentras atractivo y la mejor forma de llevarlo a cabo.
La aventura, entiendes?.
Soy adicto a la aventura.
...Que cosa con el perro?
...
El perro sigue siendo perro, tu eres un perro?
...
No se que hay de malo en ello.
... No se trata del jodido perro...
No entiendo porque lo preguntas,
Digo, No entiendo tu pregunta...

Era tan solo un niño.Que has hecho tu de niño?.
Los niños hacen cosas de niños.

x Péndo.

lunes, 13 de octubre de 2008

La vida privada

El rejoj del ordenador marca las cuatro y dies y nueve.
Miente.
Una pila de vida de radio igual al diámetro de una pupila humana, muere
artificialmente cumpliendo el ciclo previsto por los grandes dioses de la
tecnologia.
El tiempo vuelve a demostrar que solo es aparente y que además, claro esta, no existe.
Una palabra horrible para denomirar la impaciencia de tener los dias contados.
Son las 6 o la siete de la mañana de un lunes feriado lluvioso, gris, azul, espectacular.
Una noche anterior bonita como pocas.
Con la tranquilidad de saberse libre y poco claro.
"Simpatia por los demonios" en la grabación original de unos jovenes
Rolling Stones cinedocumentada por el sentido "atemporal"
del buen Jean Luc Godard de siempre.
Café, y vida privada.
Sofa, sueño, Kerouack.
Los libros buenos son los malditos.
Los pensamientos ideales son aquellos que te permiten verte como el ser mas pequeño del universo.
No uses ropas coloridas, ni te mantengas a la moda, no vistas bien, no huelas bien, no rias por todo.
No lleves lentes de lectura aun si no puedes leer bien, te hacen ver estupido.
No sos intelectual.
No sos un pensador.
No me gustan tus cabellos.
Las mujeres negras tienen raro olor.
Las mujeres rubias llevan barbilla.
Las mujeres de cabellos largos y oscuros son tontas, rien y rien y besan espantosamente.
Las mujeres grandes y estravagantes tambien huelen mal y duermen demasiado.
Las mujeres de cabellos castaño son las mejores.
Las mejores.
Pero no te les acerques demasiado, pueden envidiarte incluso cuando no eres nadie.
Lo bueno de no ser nadie es que puedas pasartela bien aun cuando tu cama esta revuelta, con las sábanas de
las dos o tres ultima semanas y te haces un agujero y cierras los hojos y los huesos ya no te duelen.
Y te duermes y tienes esos sueños que te despiertan lleno de ideas y de ganas de leer más y más libros.
Y ni puedes parar de pensar y de escribir notas.
Y cantas en el desayuno que consiste en cafe negro y pan de leche.
Y cantas tambien en la ducha.
Y sabes que ese pensamiento que tienes acerca de Hemingway te hace único, pero tambien comprendes que jamás podrás
compartirlo con ninguna mujer.

No eres nadie y nadie se merece tus ideas filosas.
No tienes ego por lo cual tampoco tienes que mostrar más de tus letras.
No escuches.
No escuches a las niñas de los padres que llevan un caro reloj en su mano derecha, en su mano izquierda.
Ya es hora de completar la página muda.
Ya no hay nada que explicar a nadie.
Ya no hay entendimiento alguno por parte de tu franquicia.
No hay colegas vivos.
Es el infierno como el bar de Dante.
La puerta que te deja astuto frente a a carretera de Gonzo.
OK.
Apagón universal.
Has quemado la conciencia de los que te creian seguir.
Hasta aqui llegaban.

péndo.