viernes, 4 de junio de 2010

Aguanieve 2

Lamentablemente los pasos de la mañana separan a las personas de las personas,
y a las personas de los perros,
y a las personas de los árboles, y de los rincones, y del
silencio y de la atmósfera en el cosmos y nos mantiene, a nosotros, las personas,
abajo.
Con la misma fuerza de las espasmódicas y acostumbradas bocanadas vitales.
El ejercício de la respiración disimulada, casi instantánea, nos separa a nosotros, las personas
de esas otras personas.
Hoy me di cuenta de eso.
Estubo ahi siempre y creo que jamàs lo hubiese notado si no fuera porque me he detenido a contemplar
por suficientes minutos de desconsuelo, como el agua de la cascada del cordón
de mi calle se hacía hielo que no es hielo aún.
A mi lado las personas y sus pasos ligeros y sus formas y sus modos y ni modo. Son otras personas.
Y me he separo de ellos por siempre y siempre, màs lejos aún.

uno de esos tipos lleva el pelo corto y la camisa en sus pantalones y los colores le hacen juego con
la idea de que, seguro, llega a algún lugar donde muchos de esos otros tipos visten de igual a igual pero
se miran por algún tipo de rango, actividad, clase, y todo ese lio del contrato social.
Y al rato todos se sientan igual en sus sillas rojas y negras, todos igual de cervicales y levantan sus telefonos
y rien automaticamente por segundos de idiota cordialidad y luego cuelgan el tubo y se levantan y saludan a otro tipo
de esos, igual, igual, igual y comentan sobre el discurso en tv de un tipo que dijo no se que cosa y me pregunto...
a quién diablos le importa algo de todo eso?.

Desprecio a las personas o a la mayoria de ellas o simplemente no me interesan. Solo me agradan algunas simples y buenas
y perspectivamente serenas aunque emocionantes y volcánicas. Pero son pocas. Contadas personas. Mi amigo y su mujer y su hijo y sus amigas y sus padres y mi amiga
y sus ideas y un par de locos conocidos perdedores como yo y otros que son poetas que no lo saben y tambien estan mis viejos y mis hermanos perdidos
y mis sobrinos y ahijados brillantes y talentoso y tambien esta mi perro y mis recuerdos ideales de algunos amigos que humanamente son otras personas.
Si existe un hilo invisible que sostenga la razòn de mi persona debo decir que lo preferiria para atarme a un árbol a un perro y a un paisaje celestial
pero verde gigante divino, ese que solo se aparece en alguno de cada miles de sueños tristes que terminan en los primeros pasos de la mañana.

lunes, 10 de mayo de 2010

Domingo Lunes

Baradero a las 2 de la mañana de un domingo es una ciudad fantasma de otros tiempos
y el Bayleys es tan solo la entrada a una tanda de cafes y peliculas baratas de Michael
Madsen haciendo de un tipo duro con sentimientos que busca venganza y que quizas la
consiga pero que no lo sabré porque cambio el canal y apago la luz y me pongo a escuchar
a las aves de la noche en la costa inundada y oscura y con niebla. Una niebla tremenda
y algo calida, de esa que maraña los cabellos.
Niebla que espanta espiritus de los muertos y que tal vez, con suerte se lleva el de mi viejo.
El dia siguiente regreso. a todos lados. soy mi propia road movie de dos horas y media.
Supongo que si dios prendiese su televisor, ahi estaria yo, en algún canal mal sintonizado.
Leyendo las hazañas de Jack Dulouz al volver del Big Sur. Yo, sentado junto a una chica rubia
hermosa, sensible, de gafas con una gran e imposible maleta que acomoda a mis pies y a la
que más tarde, Yo, en un gesto que no es de los mios, cargo aterrisandola en el piso de la terminal.
Una rubia adolescente de la que inmediatamente me he enamorado porque ha tenido el buen gusto de pedirme
permiso para sentarse a mi lado y se ha dispuesto a mirar por la ventana el paisaje e incluso me ha observado
como, repetidamente una y otra vez, yo, me paraba para ir a la máquina expendedora de café y agua y luego
volvia a sentarme junto a ella para ingerir nerviosamente los vasitos blancos llenos de cafeina metalica.
Me he enamorado un buen rato y ha sido verdadero y se ha dormido y me he quitado mis gafas solo un por unos
segundos para voltearme y observarla y luego seguir con mi lectura y mi vida.
Ha sido verdadero como siempre que me enamoro de alguna bonita chica que llama mi atención
y como siempre no he sabido soltar palabra y el señor del tiempo me ha indicado que ha llegado la hora de bajar
del armatoste de seis ruedas para subir a otro armatoste de cuatro ruedas y llegar a casa para merendar
algo saludar a mi perro, a mi amiga, merendar y terminar con el lunes.