martes, 29 de septiembre de 2009

Viva Las Vegas

Bueno, mi nena me visitó hoy mientras dormía y se veía estupenda y me dije, ella es a quién finalmente quiero.
Vestía de negro y ha mejorado su peinado. Su peinado inmejorable.
Quizás las cosas están todas mejorando. O quizás sus azules o verdes o rojos ojos me hagan pensar eso.
No lo sé, pero supongo que es un hecho.

Al tipo cada vez le importa menos la economía.
Si, en cambio, la astronomía, cohete propulsor que facilita el acceso de ver el cielo calmo.
A Volver a ese estado suave de la vida suave, de los bajos decibeles y de la exaltación de algunas letras.
Y a Volver a disfrutar del bendito sonido del silencio.

Si. Hasta nunca, malditas voces de las medianoches de ajena samba.
Hasta nunca, bascas voces de las madrugadas de impertinentes sobremesa.

El adiós es mirar para arriba y decir Ay dios! que bueno que me has salvado!.

Hay veces que los pensamientos se adelantan y filman su propia y omnisciente escena en cámara en mano.
En el único cuarto posible. Con vista a la tarde. Sentado,con café en la mano viendo los dibujos digitales
que se forman cuando Shaw Colvi canta su Viva Las Vegas. Ahí entre el humo del incienso y el baño de cerebro pasa algo.
Se llama Paz.
Se llama "Future".
Y se llama crimen.
A bailar con bonitos fantasmas.
A dormir.
A dormir finalmente.
El sueño del tipo que no duerme bien de noche.
El sueño del insomne.
Cuando dijeron: “Arrepiéntete”,
me pregunto a qué se referían?.
Alguna clase de broma?.
Escuchen mis risas de Sitcom.

Aqui en el desierto, en la frontera, huelo un ligero aroma que sabe verde.
Me he internado en largas caminatas por días y días y días intentando encontrar una raíz que valga la pena,
pero solo he dado con un llamativo lugar lleno de rocas en donde he decidido acampar.
Armado mi tienda, por primera vez en días y días y días he podido pegar el ojo.
Supongo que ya en los cielos, nuevamente, ha aparecido mi niña con sus grandes ojos y sus cortos cabellos y sus flores y sus fotos y eso que ha
hecho internarme en este viaje de arena. Me ha visto dormir y ha tenido el buen gesto de extender su mano y tapar el sol.
Ha anochecido y he vuelto tarde a casa y todo esta igual a como lo he dejado por la mañana.
Eso, el silencio, la armónica, el lápiz, la tarta, el foco amarillo, el aroma del sahumerio, el colchón y las sábanas grises...se llaman paz.
Se llaman sueño, se llama final, se llama futuro.